Sunday, October 10, 2010

Podando los árboles

Hasta hace pocos días estos árboles daban sombra a los jubilados, niños, abuelos o a todos los que se sentaran en los bancos bajo sus ramas a descansar un ratín. También daban cobijo a multitud de pájaros que habían anidado allí.

Pero antes de que llegue el frío y se caigan las hojas ponen en funcionamiento la motosierra y hala, a dejarlos completamente desnudos. Es mucho más cómodo que barrerlas todos los días.
Alegan los defensores de estas podas tan drásticas que las hojas obstruyen los desagües. Anda, pues para quitarlas estaba antes el barrendero todo el día con su carrito y su escoba. Ahora van en un vehículo que solo puede limpiar el centro de la calzada. Ya sé que lo hacen en casi todas los sitios. También lo he visto en la Capital. No por eso lo encuentro menos lamentable.



Hasta hace pocos años todo tenía su momento, y en el otoño lo normal era ver las aceras o los parques con las hojas secas en el suelo, veíamos como cambiaba su color de un día para otro, los chiquillos jugaban con ellas, a los más románticos les gustaba (y sigue gustando), el “crunch, crunch”, ese sonido seco que hacen al pisarlas; pero ahora las cortan, las retiran y como los árboles no pueden quejarse la mayoría de la gente ni se entera.

Para poda severa la de este árbol en el camping. Es del año pasado. El día que lo ví daban ganas de llorar.

Afortunadamente aún quedan estas bonitas surfinias en las macetas de la plaza aunque como ayer y hoy ha llovido no creo que tengan ya este aspecto pero hasta hace unos días lucían así de guapas.

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